Juego con muñecos, títeres y marionetas

Ilustración de Paula Núñez

Los muñecos de diverso tipo, más o menos realistas, más o menos fantásticos, son una clase de material de juego muy utilizado también en los hospitales. Donde hay un niño casi siempre hay algún muñeco cerca. Los muñecos en los hospitales no solo cumplen las funciones habituales de proporcionar oportunidades para el juego simbólico a los niños.  Ya hemos comentado un estudio propio (Ullán et al., 2014) en el que utilizamos muñecos de felpa, con forma de conejos vestidos con uniformes sanitarios, para aliviar el dolor postoperatorio de los niños sometidos a cirugía. Los muñecos se han utilizado también como material para preparar a los niños para los procedimientos médicos, como mediadores iniciales para establecer vínculos entre los niños y el personal sanitario, o como recurso para provocarles la relajación y la risa.

En algunos hospitales se utilizan muñecos rellenos que representan el contorno corporal y que los niños personalizan dibujándoles rasgos particulares en la cara, en los vestidos, etc.  Estos muñecos se usan para explicarles contenidos médicos relacionados con sus problemas de salud y contarles en qué consistirán los procedimientos a que se verán sometidos. A través del proceso de personalizar los muñecos puede obtenerse una información útil acerca de la perspectiva del niño, y la personalización de los muñecos les aporta un valor especial para los niños (Gaynard, Goldberger, & Laidley, 1991). Otro tipo de muñecos particulares son los títeres o marionetas, muñecos diseñados para que puedan simular comportamientos diversos y conversaciones. El juego con marionetas (Hartwig, 2014) se ha usado en los hospitales para ayudar a los niños a enfrentarse con la enfermedad,  reducir su malestar emocional durante procedimientos médicos y proporcionarles instrucciones en relación con el cuidado de su salud. Las marionetas pueden protagonizar historias en cuya creación los niños pueden participar activamente, proporcionando una información muy interesante acerca de sus preocupaciones, sus miedos  o sus  puntos de vista.  De entre los múltiples tipos de marionetas y títeres disponibles, las marionetas de mano son especialmente útiles en el contexto del hospital por su facilidad de uso para los niños, que aprenden con mucha facilidad a manejar este tipo de juguetes. A través de ellas se divierten, pero también se comunican de manera activa con el entorno, lo que puede suponer un elemento muy importante en la calidad del cuidado psicológico que se les presta. Sposito et al. (2016) presentaron una experiencia de usar marionetas de dedo como una estrategia de juego para mejorar la interacción y la comunicación con niños hospitalizados con cáncer de edades entre 7 y 12 años. Según los autores, su estudio demostró que este tipo de marionetas pueden ser un recurso que enriquece la comunicación de los niños con cáncer cuando se utilizan de manera adecuada. El uso de las marionetas les daba la oportunidad a los niños de expresarse mas libremente, y podían usarse de manera creativa de acuerdo con el nivel de desarrollo emocional, cognitivo y motor  de los niños, respetando su autonomía y minimizando las relaciones jerárquicas entre estos y los adultos en el contexto del hospital.

No hemos podido localizar en las bases de datos consultadas (WOS y Scopus) ninguna revisión sistemática ni meta-análisis sobre el uso y el efecto de muñecos, títeres y marionetas en los hospitales pediátricos. Sí hemos localizado en cambio un estudio sobre la perspectiva del personal de enfermería de la utilización de marionetas en un hospital (Reid-Searl et al., 2017), en el que se mencionan los principales usos de las marionetas con niños en los contextos del cuidado de la salud: reducir la experiencia de miedo y ansiedad en el hospital, ayudar a los niños a manejar su enfermedad, la hospitalización y la cirugía, enseñarles estrategias de promoción de la salud, preparar a los niños para las operaciones quirúrgicas, educarles sobre diferentes enfermedades, y como medio para reconocer, clarificar y articular sus sentimientos. Adicionalmente, las marionetas pueden ayudar a los niños a expresar sus emociones, tomar decisiones y reaccionar autónomamente y, de esta forma, obtener control sobre situaciones que les afectan. En su investigación, estos autores se plantearon comprender mejor el uso que el personal de enfermería hacía de las marionetas como instrumentos de comunicación con los niños. Para ello se llevó a cabo una investigación cualitativa utilizando grupos focales, en los que se utilizaron preguntas abiertas al personal de enfermería que tenía experiencia en el uso de marionetas. Las preguntas tenían que ver con la descripción de estas experiencias, con el modo en que pensaban que se debían utilizar las marionetas con los niños, con los aspectos positivos que su uso podía proporcionarles, y con los desafíos que este uso implicaba. Participaron en los grupos focales 13 profesionales de enfermería, y todos habían tenido entrenamiento previo en la utilización de marionetas. El tema central de los grupos de discusión fue etiquetado como “conectar con el cuidado óptimo” y describía las interacciones y conexiones entre el niño, la familia, el personal de enfermería y otros profesionales para lograr la meta común de optimizar el cuidado. Optimizar el cuidado se relacionaba con una manera de educar a los niños, proporcionarles juego y distracción, facilitarles el control de las situaciones, romper barreras de comunicación y reducir el miedo y la ansiedad de los pacientes. Los participantes valoraban el uso de las marionetas como un medio para implicar y educar a los niños acerca de los procedimientos y de sus condiciones médicas. Las marionetas ayudaban a  explicar a los niños lo que les pasaba. Las marionetas “preguntaban” al personal de enfermería cuestiones adicionales que reforzaban el aprendizaje de los niños, así como también les ayudaban a retener la información. Se usaban además para jugar con los niños y distraerles durante los procedimientos desagradables. Los participantes también pensaban que las marionetas eran útiles para reducir el miedo y la ansiedad de los niños y que estos ganaban control durante la realización de los procedimientos. Algunas veces los procedimientos médicos se realizaban en las marionetas antes que en los niños, de manera que estos conociesen previamente lo que iba a suceder y pudieran enfrentarse mejor a la experiencia. Además, el uso de las marionetas ayudaba a romper barreras no solo con el niño, sino también con los hermanos y los padres. Los participantes valoraban la utilidad de la formación previa que habían mantenido sobre el uso de las marionetas.

Ilustración Paula Núñez

Referencias bibliográficas

Gaynard, L., Goldberger, J., & Laidley, L. N. (1991). The use of stuffed, body-outline dolls with hospitalized children and adolescents. Child Health Care, 20(4), 216-224.

Hartwig, E. K. (2014). Puppets in the playroom: Utilizing puppets and child-centered facilitative skills as a metaphor for healing. International Journal of Play Therapy, 23(4), 204-216.

Reid-Searl, K., Quinney, L., Dwyer, T., Vieth, L., Nancarrow, L., & Walker, B. (2017). Puppets in an acute paediatric unit: Nurse’s experiences. Collegian, 24(5), 441-447.

Sposito, A. M. P., Montigny, F., Sparapani, V. d. C., Lima, R. A. G. d., Silva‐Rodrigues, F. M., Pfeifer, L. I., & Nascimento, L. C. (2016). Puppets as a strategy for communication with Brazilian children with cancer. Nursing & health sciences, 18(1), 30-37.

Ullán, A. M., Belver, M. H., Fernández, E., Lorente, F., Badía, M., & Fernández, B. (2014). The Effect of a Program to Promote Play to Reduce Children’s Post-Surgical Pain: With Plush Toys, It Hurts Less. Pain management nursing, 15(1), 273-282.

 

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