Comunicación con el niño y su familia

El procedimiento mas común en un hospital es la comunicación. Preguntar, responder, informar, aconsejar, avisar, advertir, consolar, orientar, apoyar o, incluso, ignorar, son todos ellos comportamientos que, en un sentido u otro, se desarrollan permanentemente en los hospitales y que forman parte de las dinámicas de comunicación entre pacientes, sus familias y los profesionales sanitarios. Todos los profesionales sanitarios necesitan saber cómo comunicarse efectivamente con los niños y con sus padres (Kuttner, 2010) para poder atenderlos y desarrollar su trabajo con calidad. Cuidar la comunicación con los niños en los hospitales es parte de la cultura de respeto a los derechos de los niños. El artículo 13 de la Convención de Derechos del Niño de Naciones Unidas reconoce expresamente que los niños tienen derecho a expresar su opinión libremente en todos los asuntos que les afectan, y que se deben tener en cuenta estas opiniones del niño, en función de su edad y de su madurez. Según el mismo artículo, se debe dar al niño la oportunidad de ser escuchado, directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado. Una parte esencial de la defensa de los derechos de los niños en los hospitales es asegurar que son respetados y escuchados (Lambert, Long, & Kelleher, 2012). La comunicación es una herramienta esencial en el cuidado de la salud y una parte muy importante de los roles que los profesionales sanitarios desempeñan tienen que ver con los procesos de comunicación. Cuando nos referimos al cuidado de la salud de los niños, además, estos procesos de comunicación se tienen que analizar desde una perspectiva mas amplia, pues tienen que considerar no solo al paciente pediátrico, sino también a su familia. Asegurar la participación activa tanto del niño como de sus padres en el cuidado de la salud del menor depende, en buena medida, de las dinámicas de comunicación que se establezcan entre el niño, los padres y los profesionales de la salud. En estas dinámicas los padres asumen un papel intermediario entre los niños y los profesionales sanitarios, (Lambert et al., 2012) y los procesos de comunicación entre las tres partes, niño, padres y personal sanitario, pueden condicionar de manera crucial el bienestar del paciente y de su familia.

La comunicación es un componente clave de la pediatría en todas las especialidades y es la base de las relaciones terapéuticas  (Levetown, 2008) . La comunicación efectiva (Levetown, 2008) es una herramienta esencial para un diagnóstico certero y para el desarrollo con éxito de un plan de tratamiento, correlaciona con un mejor conocimiento del paciente, con su estado funcional y con una mejor adherencia al régimen de tratamiento, con mejores resultados psicológicos y conductuales e, incluso, con morbilidad quirúrgica reducida. En el caso de malas noticias, las habilidades de comunicación pueden permitir a la familia adaptarse mejor a una situación cambiante. La mala comunicación, por otro lado, puede comprometer los resultados del paciente y tener consecuencias médico-legales para los profesionales; por el contrario, la buena comunicación entre el paciente, su familia y el personal sanitario puede contribuir directa o indirectamente a unos resultados positivos en el ámbito del cuidado de la salud. Algunos de estos resultados (Epstein & Street, 2007) son fortalecer las relaciones de confianza, compromiso y respeto entre pacientes/familias y profesionales sanitarios, facilitar un intercambio efectivo de información, validar las emociones, mejorar la comprensión y la tolerancia, propiciar la participación del paciente en la toma de decisiones, mejorar la coordinación del cuidado y fortalecer las alianzas terapéuticas, mejorar el conocimiento y la comprensión del paciente, promover decisiones médicas de mas calidad, apoyadas en la evidencia clínica y acordes con los valores de los pacientes, mejorar la adherencia al tratamiento y los hábitos de cuidado, mejora del bienestar físico y emocional de los pacientes, hacer mas efectivos la utilización de los servicios de salud, reducir las disparidades en la salud y su cuidado y promover un mayor nivel ético en la práctica sanitaria, por ejemplo a través del consentimiento informado.

Si quieres ampliar esta información puedes consultar el capítulo tercero del libro  «Humanización del hospital pediátrico. Perspectiva psicosocial» (Editorial Elsevier). Este capítulo se titula «La comunicación con el niño y su familia en el hospital» . Una versión pre-print de esta obra la puedes consultar en el siguiente link:

Humanizacion del hospital pediátrico. Perspectiva psicosocial

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Referencias bibliográficas

Epstein, R. M., & Street, R. L. (2007). Patient-Centered Communication in Cancer Care: Promoting Healing and Reducing Suffering. : National Cancer Institute, NIH Publication No. 07-6225. Bethesda, MD.

Lambert, V., Long, T., & Kelleher, D. (2012). Communication Skills for Children’s Nurses: McGraw-Hill Education (UK).

Levetown, M. (2008). Communicating with children and families: from everyday interactions to skill in conveying distressing information. Pediatrics, 121(5), e1441-e1460.

 

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